En la actualidad los profesionales de la psicología sanitaria han tenido que recorrer un amplio camino formativo. Tras el grado en psicología y el máster habilitante (Máster en Psicología General Sanitaria) pueden comenzar su labor profesional. Sin embargo, el área dedicada a la intervención psicológica o psicoterapia es tan amplia, que la mayoría sienten que aún tienen mucho por aprender.

Efectivamente, sabemos que la psicoterapia se fundamenta en multitud de teorías agrupadas en lo que denominamos corrientes psicológicas. Desde el clásico psicoanálisis a comienzos del siglo XX a las actuales perspectivas basadas en la neurociencia relacional, la psicología continúa en su afán de lograr explicar el comportamiento humano desde todos sus prismas. De aquí surge la psicoterapia integradora, el enfoque que permite al profesional comprender plenamente a las personas en todas sus dimensiones.

ROMPIENDO ESTEREOTIPOS

Muchas personas, e incluso muchos estudiantes de psicología, creen que la única corriente psicoterapéutica respaldada científicamente es la denominada Terapia Cognitivo Conductual.

Esto se debe a que es un tipo de tratamiento que permite una buena manualización. Es decir, puede ser fácilmente descrita y protocolarizada y, por lo tanto, cuenta con grandes ventajas. La primera es que permite una investigación muy fácil, ya que solo se debe seguir el tratamiento escrito y cotejar los efectos de la intervención; por eso, hay más investigación que usa este tipo de tratamientos.

Seguidamente, se centra en la sintomatología actual y más activa. Debido a esta razón, tiende a trabajar proporcionando ejercicios y tareas muy prácticas focalizadas en rebajar estos síntomas. De esta manera, es fácil de enseñar y las formaciones básicas se centran en esto, dando sensación de control al profesional novel.

Sin embargo, este enfoque no es el único que ha demostrado ser eficaz, reportar resultados a nivel científico, ni el más adecuado para todos los casos. Son los propios psicólogos los que han asegurado que para una psicoterapia efectiva en el s. XXI se requiere una perspectiva más amplia y flexible, una que integre elementos de diferentes corrientes y reconozca que todas tienen algo valioso que aportar. El ser humano es más complejo y la terapia requiere más que lo que recoge la corriente Cognitivo Conductual.

EL AUGE DE LA PSICOTERAPIA INTEGRADORA

Por este motivo otras corrientes más actuales han cogido fuerza y, a día de hoy, lo cierto es que la mayoría de psicoterapeutas optan por perspectivas denominadas integradoras.

Estas terapias integradoras reconocen la existencia factores comunes a todas las psicoterapias que les hace eficaces y que todas comparten ciertos elementos necesarios. La investigación actual se centra prioritariamente en esta idea, y se está avanzando mucho en ilustrar lo que a nivel clínico intuíamos muchos profesionales, la terapia es mucho más que la aplicación de ciertas técnicas.

Desde la psicoterapia integradora se realizan varias observaciones fundamentales:

  1. Variables de la psicología integradora: Se entiende que existen factores comunes a todas las psicoterapias y que estos no tienen que ver con las técnicas o con las teorías propias de cada orientación. Por eso, se pone el foco en elementos como la relación terapéutica, las variables del terapeuta, las características particulares de cada paciente más allá de su síntoma o diagnóstico y las condiciones del contexto.
  2. Psicoterapia Integradora Trauma y apego: Una de las ramas más destacadas de la psicoterapia integradora es la Psicoterapia Integradora Trauma y Apego ya que, se enfoca en tratar el problema “de raíz” y no tanto en proporcionar alivio sintomático que, en muchas ocasiones, es temporal. Este enfoque se basa en teorías como la del apego, el funcionamiento de la memoria y el aprendizaje a largo lo largo del ciclo vital, así como mecanismos adaptativos desarrollados para satisfacer las necesidades del individuo. No se limita a una orientación terapéutica específica, sino que se centra en teorías que proporcionan una comprensión más profunda del ser humano.
  3. Flexibilidad y personalización: Se pueden integrar diferentes técnicas, niveles de intervención o estrategias en función de cada caso particular. Porque la base de la formulación de los casos está en el modelo integrador, y desde ahí, es posible seleccionar técnicas diferentes. Cada paciente busca y necesita un enfoque diferente.
  4. Más allá de los diagnósticos: La psicoterapia integradora se aleja de la rigidez de los diagnósticos según el DSM-5 y se centra en tratar a las personas en su totalidad. Reconoce la complejidad del ser humano, considerando su historia, contecto, relaciones y cultura. Este enfoque transdiagnóstico ofrece una visión más completa y enriquecedora de la terapia.
  5. El futuro de la psicoterapia: Entendemos al ser humano más allá de sí mismo. Tenemos en cuenta su historia, su contexto, sus relaciones y su cultura. Integramos su presente, pasado y futuro, su biología y su psicología en un tratamiento basado en la relación y la interacción humana.

Por todo esto, sabemos que el profesional que termina debe ir más allá. Siente que necesita algo más y hace bien. En un mundo cada vez más complejo, la psicoterapia integradora se posiciona como el enfoque esencial para el futuro de la psicología, transformando vidas y generando resultados significativos.  La perspectiva integradora es la terapia del Siglo XXI y así lo demuestra la gran cantidad de profesionales que avanzan en sus carreras formándose con nosotros.

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